INVIERTE EN ACCIONES DE TECNOLOGÍA

Emisoras: haz una selección eficaz

INVIERTE EN ACCIONES DE TECNOLOGÍA

[Por Ricardo Vázquez / Foto Dreamstime / Ilustraciones José Luis Ochoa]

Una forma fácil de entrar a este mercado es invertir en instrumentos indizados al NASDAQ 100 o al Dow Jones Internet Composite Index.

 La tecnología ha experimentado una evolución que a nuestros ojos parece vertiginosa, aunque algunos especialistas dicen que este sector apenas está llegando a su pubertad y que lo mejor está por venir. Otros afirman que viene una nueva burbuja y que los precios de algunas empresas parecen irracionales. ¿Qué hacer ante este escenario? La respuesta es: elegir bien y seleccionar entre emisoras.

Lo que sí es un hecho es que la tecnología ocupa un lugar de tal magnitud en nuestras vidas, que ya es prácticamente imposible prescindir de ella… y eso se va a reforzar cada vez más. Entonces, si ya es parte inherente de nuestra cotidianidad, no debemos de prescindir de ella en nuestro portafolio de inversión. La tecnología no dejará de sorprendernos, tanto en innovación como en rendimientos, si es que tomamos las decisiones acertadas.

Al buscar las empresas con mejores expectativas de crecimiento en el largo plazo, no debemos perder de vista que el sector de la tecnología es uno de los más dinámicos. Siempre está en constante evolución y la inversión en investigación es permanente. Esto permitió que muchas firmas del sector pudieran sortear con crecimientos la más reciente crisis mundial.

El consumo ligado a la tecnología dejó de ser un lujo y se volvió una necesidad para las personas y las empresas en este siglo XXI. Y a pesar de que cada vez hay más competencia, las compañías líderes están logrando márgenes de ganancia que hay que aprovechar en los mercados financieros.

A nivel internacional, los mercados bursátiles nos ofrecen la oportunidad de invertir en emisoras de tecnología a través de empresas puntocom, firmas de software (programas y paquetería), de hardware (dispositivos, equipos e infraestructura), de biotecnología, electrónicas y de telecomunicaciones. En el ámbito nacional, en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), el sector no cuenta con todo este tipo de emisoras, más bien se concentra en telecomunicaciones (telefonía en particular, con América Móvil, Axtel, Maxcom y Telmex, principalmente). Sin embargo, con el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC) podemos invertir desde México, a través de los intermediarios bursátiles, prácticamente en cualquier emisora que cotice en los principales mercados internacionales, sobre todo de Estados Unidos (Nasdaq y NYSE), Europa y Asia. Por ejemplo, en el Mercado Global de Capitales podemos operar (en moneda nacional) las siguientes series:

  • Apple Computer (AAPL)
  • Amazon.com (AMZN)
  • Best Buy (BBY)
  • Baidu.com (BIDU)
  • Dell (DELL)
  • France Telecom (FTE)
  • Corning (GCW)
  • Google (GOOG)
  • Hewlett-Packard (HPQ)
  • IBM (IBM)
  • Intel Corporation (INTC)
  • Microsoft (MSFT)
  • Micron Technology (MU)
  • Oracle Corp (ORCL)
  • Utstarcom Holdings (UTSI)
  • Vodafone Group (VOD)

Adicionalmente, el inventario de valores listados en Mercado Global de Acciones de la BMV, cuenta, entre muchas otras emisoras que cotizan en el NYSE, con las siguientes del sector tecnología:

  • Cisco Systems (CSCO)
  • Qualcomm (QCOM)
  • Telefonaktiebolaget Lm Ericsson (ERIC)
  • Mercado Libre (MELI)
  • Yahoo! Inc. (YHOO)
  • China Mobile (CHL)
  • Motorola Solutions (MSI)
  • Telecomunicaçoes De Sao Paulo (VIV)
  • Brasil Telecom (BTM)
  • Texas Instruments (TXN)
  • Nortel Network Corp. (NRTLQ)
  • France Telecom (FTE)
  • Telecom Italia (TI)
  • Telefónica (TEF)
  • AT&T (T)
  • Verizon Communications (VZ)
  • Entre muchas más que cotizan en el NYSE.

Así, una de las formas más recomendables para comenzar a invertir en una canasta que incluya a las diversas categorías de tecnología es hacerlo a través del índice Nasdaq 100, el cual cotiza en el mercado electrónico Nasdaq, en Nueva York, y puede hacerse en el Mercado Global de la BMV a través de los ETFs. Este índice, el más famoso del sector tecnológico, refleja claramente el desempeño del sector en su conjunto, a nivel global. También se puede invertir en el Dow Jones Internet Composite Index.

Otros índices específicos de tecnología son el Powerhares QQQ Nasdaq 100 (QQQ), el Technology Select Sector SPDR (XLK), el iShares Nasdaq Biotechnology Index Fund (IBB) y el Vanguard Information Technology ETF (VGT), entre muchos otros. Y aunque hay empresas de tecnología por todo el mundo, los especialistas se inclinan por invertir en las Bolsas de Estados Unidos, bajo el argumento de que cuando las empresas de tecnología invierten, dicho mercado es su principal consumidor.

Otra forma de adquirir estos títulos es a través de algunas sociedades de inversión especializadas, como el Franklin Technology Fund o el Aberdeen Global Technology, fondos que usan como referencia al índice Bofa Meryll Lynch 100 Technology; o bien el Janus Global Technology Fund, referenciado al MSCI World Information Technology.

¿Sólo para agresivos?

Algunos especialistas afirman que cuando una persona decide invertir en acciones tecnológicas debe considerársele como un inversionista agresivo, porque está apostando a la vanguardia. Pero sobre todo porque el rendimiento histórico de las acciones tecnológicas supera el del resto de las emisoras del mercado. Ello no quiere decir que siempre será así, ni que sea el caso de todas las emisoras, por lo que se impone una buena selección de éstas. También hay que considerar horizontes de largo plazo, para minimizar el riesgo, que puede ser alto.

Los analistas explican que cuando hay una innovación importante o el lanzamiento de un producto, el precio de la acción de una empresa ofrece grandes beneficios a los inversionistas. También, históricamente las colocaciones primarias de algunas de firmas de alta tecnología han experimentado un crecimiento explosivo que tampoco hay que desaprovechar, principalmente en las de internet y redes sociales.

La recomendación es tener en el portafolio una mezcla de acciones de las tecnológicas líderes (ya consolidadas, con una historia de largo plazo y que viven en renovación permanente) y un porcentaje más pequeño de acciones nuevas en el mercado. Es decir, armar un portafolio entre las empresas más importantes como Microsoft, AT&T, IBM, Apple, Cisco, Google y Oracle, por ejemplo, con un porcentaje menor de las que vienen, como Facebook, Twitter o LinkedIn (que están iniciando o iniciarán en los próximos meses su incursión al mercado bursátil).

El 10 de marzo de 2000 el índice bursátil Nasdaq tocó el cielo al registrar el nivel más alto en su historia (5,132 puntos intradía), luego de un alza de 3 mil unidades en menos de cuatro meses. Sin embargo, en esa fecha la burbuja reventó e inicio una caída igual de vertiginosa. Durante el año 2000 se deslistaron del Nasdaq más de 240 empresas tecnológicas que por la caída de su precio se ubicaron en menos de un dólar. El 9 de octubre de 2002 este índice estableció su mínimo en 1,114 unidades. Desde entonces, nunca ha logrado regresar a esos máximos históricos. A principios de agosto del año en curso rondaba los 2,700 puntos, casi la mitad de su máximo histórico.

El crack tecnológico dejó muchas lecciones: en ese entonces se pensaba que por su crecimiento tan acelerado, este tipo de empresas soportaría las apreciaciones extraordinarias de sus títulos en Bolsa, y que sus acciones eran únicas y se debían valuar de manera diferente al resto del mercado. Cuando salía a Bolsa una empresa de tecnología con apenas dos o tres años de vida, los inversionistas se arrebataban sus títulos por la expectativa de crecimiento y los compraban a precios fuera de la realidad, porque asumían que estaban pagando por un precio que se materializaría.

Pero la experiencia enseñó que estas emisoras debían ser comparables con el resto de las acciones del mercado, y que los inversionistas debían regresar a los conceptos básicos y valuar a las empresas por la generación de flujo de efectivo y utilidades. Ahora se espera a que los negocios maduren varios años más, para que primero garanticen utilidades, y posteriormente ingresen a la Bolsa.

Después de todo el universo de las puntocom que se generó a finales de los 90, sólo un grupo de empresas logró prosperar en la década siguiente, y entre ellas destacan Apple, Microsoft y Amazon (y más recientemente Google). Otras, como Cisco, Yahoo! e Intel nunca han logrado recuperarse y siguen estando por abajo del 50% del precio que alcanzaron en aquella burbuja.

Un escenario muy distinto

No podemos analizar este sector igual que en el año 2000, porque existen importantes diferencias: hace 11 años únicamente 5% de la población mundial tenía acceso a internet, las redes eran lentas y con enlaces complicados, y sólo 12% de los habitantes contaba con un teléfono celular. Actualmente hay más de 2 mil millones de internautas y 4 mil millones de usuarios de telefonía móvil. Pero la principal diferencia es que las empresas de internet están generando utilidades reales.

Internet se ha transformado en un sector productivo que genera riqueza y empleos, pero que además tiene importantes expectativas de crecimiento, al grado de que se estima que contribuye con 2.9% al PIB mundial, después de crecer 21% en los últimos cinco años.

La valuación de la mayoría de las empresas de tecnología ya no se basa en expectativas, sino en ingresos reales, bien estructurados y con balances sólidos. En otras palabras, finalmente se hizo realidad el mercado en Internet, y ahora hay una industria sólida en el ciberespacio. En la burbuja de finales de los 90 y el inicio del nuevo siglo, nadie estaba siquiera cerca de esta meta… y tampoco les importaba. Simplemente, se trató de una locura colectiva.

Ejemplos de lo que está pasando hoy en día es que Facebook ya llegó al equilibrio financiero y empresas como LinkedIn y Groupon tienen ganancias que van en aumento, lo que demuestra que el actual modelo de negocio va en el camino correcto. En opinión de los analistas, en la medida en que las empresas de tecnología se han convertido en emisoras más racionales, su rendimiento se ha reducido, pero no dejan de ser muy atractivas. Y sobre todo no tienen ni por asomo el nivel de riesgo que había en los tiempos de la burbuja de las puntocom.

No más burbujas

No obstante, aunque el contexto actual es diametralmente distinto al de la burbuja de 2000, corremos el riesgo de volver a inflar las expectativas. Sí, los inversionistas han aprendido a ser mucho más pacientes con las acciones de las empresas tecnológicas, y no esperan crecimientos poco creíbles, pero la última tendencia encabezada por las empresas de redes sociales ha generado la inquietud de que se repita la historia de una burbuja tecnológica: Renren (el Facebook chino) comenzó a cotizar en Nueva York con una valuación de 72 veces su facturación en 2010, mientras que el buscador ruso Yandex, al poco tiempo de debutar ya ganaba 55%. En mayo del año en curso, Microsoft anunció la adquisición de Skype por $8,500 millones de dólares, casi $6 mil millones más de lo que Andreessen-Horowitz pagó a eBay por esa misma empresa.

Otro ejemplo es LinkedIn Corporation (LinkedIn), la red social para profesionales, que tuvo una espectacular presentación en Bolsa. El 18 de mayo debutó en los mercados colocando 10% de la compañía, con un precio inicial de $45 dólares (que ya era considerado un precio excesivo por diversos analistas). En pocas horas los inversionistas elevaron la acción por encima de los $120 dólares, con lo que cerró la primera jornada en $94.25, una apreciación de 109.4% en un sólo día. LinkedIn se convirtió en la primera red social que sale a Bolsa en Estados Unidos y es la mayor Oferta Pública de Venta (OPV) de una compañía de internet desde que Google lo hiciera en 2004.

Durante el primer semestre de 2011, 28 de las 74 ofertas primarias de acciones que se hicieron en EU fueron de firmas tecnológicas, por lo que se pronostica que este año podría darse la mayor cantidad de colocaciones desde el año 2000.

Durante el boom de 1999, 308 compañías se hicieron públicas, y las 24 más grandes alcanzaron un valor de capitalización de $71 mil millones de dólares en el mercado. En mayo pasado, cinco de las más prominentes ya tenían una valuación superior a esa cantidad (Facebook, Zynga, Groupon, Twitter y LinkedIn). Pero hoy el valor de estas mismas empresas se calcula en cifras muy superiores. Tan sólo Twitter está valuada ya en $8 mil millones, más del doble de su valuación de mayo pasado ($3,700 millones, según Sharepost). En el caso de Facebook, hay quien considera que podría llegar a ser valuada en más de $100 mil millones, el doble de lo considerado a principios de este año por Goldman Sachs ($50 mil millones). Las valuaciones están creciendo a un ritmo asombroso.

Así tenemos que el jugoso acuerdo por Skype, la exuberancia de la oferta inicial de LinkedIn y la cada vez mayor valuación privada de Facebook, son elementos que han reabierto el debate de si estamos nuevamente ante una burbuja tecnológica, porque sin duda se está sobrecalentando el mercado de las tecnológicas.

A nivel internacional, muchos expertos se cuestionan qué pudo haber cambiado en una empresa como Skype, que reportó pérdidas en 2009 y 2010, para ser vendida en el precio que alcanzó. Nuevamente parece que la demanda de los inversionistas es irracional, y poco parecen importar las valuaciones reales o el precio de salida de las compañías: se presta mucho más atención a las espectaculares expectativas de crecimiento.

“Tal parece que se trata de un sobrecalentamiento del mercado que se concentra en el mundo de las redes sociales y las empresas de la nube – afirma Víctor Ortiz Niño, catedrático e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y quien vivió la burbuja tecnológica como analista bursátil en una casa de Bolsa–. No cabe duda que las valuaciones son muy altas y nuevamente reflejan grandes expectativas para el futuro, pero para el resto de las tecnológicas, las valuaciones están más relacionadas con los ingresos y las utilidades reales. Es muy claro que la sobrevaluación de las compañías se reduce a las redes sociales, porque los fabricantes de hardware y desarrolladores de software muestran valores acordes con los mercados bursátiles en general”.

Un elemento muy importante es que la actual burbuja tecnológica no se ha materializado en los mercados, debido a que únicamente LinkendIn se ha colocado en Bolsa. La valuación del resto de las empresas de este tipo se calcula en el mercado privado, por lo que muchos analistas concuerdan en que se trata de una burbuja teórica. Ortiz Niño asegura que hasta que esas empresas salgan al mercado accionario podremos saber con mayor certeza si se trata o no de una burbuja tecnológica. Incluso, no descarta la idea de que las empresas sean conscientes de ello, y por eso hayan retrasado ellas mismas la colocación de sus títulos.

A lo seguro

Por ello, si quieres emisoras tecnológicas en tu portafolio, lo más recomendable es incluir las firmas que ya están consolidadas en el mercado de valores, con alto valor de capitalización y ventas importantes. Dentro de las empresas de alta tecnología hay un sector bien consolidado: el de las telecomunicaciones. “Este sector ha vivido un periodo de consolidación en los últimos años: las empresas cada vez son más competitivas, por lo que tendrán un crecimiento más sólido”, señala Carlos Alberto González Tabares, director de análisis y estrategia de la casa de Bolsa Monex.

Este tipo de empresas ha pasado por un proceso que les permite estar bien cimentadas, dentro de un sector que crece de manera orgánica (es decir, por la operación propia de las empresas, no por la especulación), ganando mercado a través de nuevos y mejores servicios, pero también por la vía de adquisiciones, para su expansión internacional. “En un sector que sigue creciendo por la parte de innovación, hoy vemos un proceso de integración de servicios, que hace que las empresas sean cada vez más competitivas y más productivas. Cada compañía tiene su estrategia de negocio de acuerdo con la región o el país donde participa”, menciona el especialista de Monex.

Estas son algunas empresas del sector, a nivel mundial, que por su valuación (Precio/EBITDA), son consideradas por una gran cantidad de inversionistas para la conformación de portafolios, pues prometen buenos rendimientos:

  • Verizon: 6.2 veces
  • Deutsche Telekom: 6 veces
  • ATT: 6 veces
  • China Mobile: 4 veces
  • América Móvil (AMX): 6.3 veces
  • Telefónica España: 5.4 veces
  • Telecom Italia: 4.3 veces

Víctor Ortiz recomienda buscar empresas de tecnología con crecimiento racional y no apostar por aquellas que ya están infladas aún sin salir al mercado y que no han demostrado que pueden generar las utilidades que proyectan a largo plazo. Piensa que en cualquier momento pueden tener una fuerte caída en su valor.

Apple y Microsoft son dos ejemplos de empresas con modelos que han demostrado ser exitosos, rentables, con productos tangibles y cadenas de distribución bien definidas. Otras opciones son eBay y Amazon, que hoy valen más que en el año 2000, que tienen balances sólidos y que se han consolidado como líderes de sus mercados.

En contraste, tenemos algunos casos como Cisco, que durante la vorágine de inicio de siglo llegó a un precio de $79.38 dólares, pero al inicio de agosto del año en curso se ubicaba por debajo de los $16 dólares: casi 80% por abajo de su precio máximo histórico. Otros ejemplos son las acciones de JDS Uniphase, que actualmente se negocian en $13 dólares, pero que en marzo de 2000 se comercializaban a $1,100 dólares. El fabricante de chips Broadcom llegó a cotizar en $160 dólares y hoy se ubica en sólo $36. Los títulos de Alcatel, que alcanzaron los $45 dólares antes de su fusión con Lucent, ahora valen menos de $3 dólares.

Ortiz Niño comenta que con la experiencia vivida hace 11 años y con la historia exitosa de empresas de tecnología en este periodo, ya hay comparaciones reales para las nuevas compañías, por lo que no debe haber inversionistas sorprendidos. “Sin embargo –señala–, como parte de la psicología del inversionista, la avaricia puede hacer que muchos pierdan la razón. Para que se presente una nueva burbuja la ambición debe superar al miedo, y tal parece que el temor sigue dominando. Por eso parece difícil que se repita una burbuja tecnológica, aunque no es imposible”.

La alarma ya se encendió en los mercados, por lo que debe predominar la prudencia y la racionalidad. Hoy la lectura del mercado es que los analistas están viendo todo blanco o todo negro. Hay casos aislados de valuaciones irracionales, sí, pero no son todas las compañías tecnológicas. Además, durante los siete primeros meses de 2000 el índice Nasdaq reportaba una ganancia de 20.33%, mientras que en 2010 reportó un rendimiento de 6.15%. Dicho comportamiento está lejos de anticipar el inicio de una burbuja tecnológica, y el índice sigue casi 50% por debajo de su máximo histórico. Durante todo 2010 y lo que va de 2011 ha tenido un comportamiento muy similar al ciclo que muestra el Dow Jones. Aunque no debemos perder de vista que la tecnología es una industria tan dinámica, donde todo cambia tan rápido, que nada está garantizado.

Apple después de Jobs

Luego de que Steve Jobs anunciara su renuncia como presidente ejecutivo de Apple Inc. (APPL), las especulaciones no se hicieron esperar. Al día siguiente, el 25 de agosto, el precio de la acción ya de ubicaba -4% por debajo de su cierre del día anterior ($376.18 dólares). Ese día, los títulos de la empresa llegaron a cotizarse hasta en $360 dólares ¡antes de la apertura del mercado!; sin embargo, en esa misma jornada mostró una recuperación y cerró en $373.72.

“Si bien la noticia puede pesar sobre las acciones en el corto plazo, creemos que el modelo de negocio de la compañía está hecho para durar, ya que se apoya en un estilo de ‘vivir la tecnología’ que otros rivales aún tienen que desafiar”, señaló J.P. Morgan en una nota de investigación enviada a sus clientes.

La correduría dijo que la noticia crearía un interesante momento para la entrada la inversionistas que buscan una exposición mayor a la acción de Apple y reiteró su recomendación de “Sobreponderar” la acción.

Algunas empresas online que cotizan en Bolsa

Empresa

Fecha de salida

Precio de salida

Cierre en el primer día de operaciones

%

Precio actual

%

Google

Agosto 2004

$85

$100

15%

$485

+470%

LinkedIn

Mayo de 2011

$83

$94.25

13.55%

$65.53

-21%

Pandora

Junio 2011

$20

$17.42

-12.9%

$13.40

-33%

Amazon

Mayo de 1997

$23.62

$20.75

-12%

$187.37

693.26%

Yahoo!*

Abril de 1996

$25.25

$33

30.69%

$15.36

969.09%

E-Bay

Sept. de 1998

$53.50

$47.38

-11.43%

$28.83

1,441.72%

*Ha realizado cinco splits desde que salió a Bolsa.

Nuevas colocaciones en Bolsa

Groupon

  • Fundado en 2008.
  • Planea salir a Bolsa en el segundo semestre de 2011.
  • Tiene 83 millones de usuarios en 43 países.
  • A principios de 2010, Yahoo! ofreció $2,000 millones de dólares y en diciembre de ese mismo año Google ofreció $6,000 millones.
  • En enero de 2011 recaudó $960 millones entre sus inversionistas. Originalmente pretendía una colocación de $100 millones pero en los documentos presentados a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) $141.6 millones, lo que colocaría a la acción en un rango de precio de entre $7 y $9 dólares.

Zynga

  • Fundada en 2007.
  • Planea salir a Bolsa en el segundo semestre de 2011.
  • SharesPost la valuó en $8,200 millones de dólares, pero hay otras valuadoras que la colocan cerca de los $10,000 millones.
  • Colocaría 10% de sus acciones en oferta pública
  • Tiene 247.8 millones de usuarios activos en Facebook. Algunos de sus títulos son CityVille, FarmVille, Texas HoldEm Poker y YoVille. Reportó $850 millones de dólares en ingresos durante 2010. Venderá 10% de sus acciones en la oferta pública.

 

Facebook

  • Fundada en 2004.
  • Planea salir a Bolsa en el primer trimestre de 2012.
  • En enero de 2011 se estimaba un valor de $50 mil millones de dólares, pero para finales de este año, la red social puede alcanzar una valuación cercana a $100 mil millones de dólares.

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